La reflexología es una técnica que se basa en aplicar presión sobre puntos concretos del cuerpo para estimular la salud corporal. La más conocida es la reflexología podal (de pies). El principio es que las zonas del cuerpo están reflejadas en los pies y las manos. Aplicando presión sobre los puntos reflejos de los pies se consigue mejorar la salud física, mental y emocional.
Aunque pueda resultar llamativo que manipulando los pies se pueda aliviar un mal corporal o mental (asma, depresión, dolor de muelas, etc.), lo cierto es que la reflexología es un tratamiento que ha demostrado ser muy efectivo en la práctica.
Hay más de 70.000 terminaciones nerviosas en la planta de cada pie. Presionándolas selectivamente se consigue estimular el Sistema Nervioso Autónomo, que a su vez influye en el sistema circulatorio y el sistema linfático. Con ello, los nutrientes y el oxígeno son transportados mejor, y las toxinas se eliminan con mayor rapidez.
Por ejemplo, la reflexología podal se ha empleado para tratar con eficacia la ansiedad, el dolor de espalda, el dolor de cabeza, las indigestiones y, en la mujer, los problemas relacionados con el ciclo, y durante el embarazo.
Bibliografía:
D.Piazza, «Reflexología», De Vecchi, Barcelona, 2001.
I.Dougans, «Reflexología práctica», Martínez Roca, Barcelona, 1998.
L.Norman, «Reflexología del pie», Martínez Roca, Barcelona, 1991.
Copyright © Classe Qsl – Editorial 3Temas. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo en otro medio de comunicación sin el permiso expreso de Classe Qsl. Artículo escrito por la redacción de Classe Qsl y supervisado por el Dr. Javier Luque Pino, médico colegiado nº 43-3595, médico de familia, postgraduado en medicina naturista/biológica y master en terapia neural por la Universidad de Barcelona. Última revisión: 20 de diciembre de 2008.